Vestigio inerte


Antes de bajar del taxi lo vi. Era mi última esperanza.
Seguimos discutiendo y yo cada vez elevaba más la voz. Él seguía mirando. Entramos a la casa. Gritos y más gritos. El sólo miraba.
Cuando recibí los golpes, mis ojos se cruzaron con los de él a la distancia. Yo los cerré e imaginé que corría hacia mí defendiéndome. Cuando los abrí, mientras se escapaba mi último suspiro, me di cuenta que estaba interte, en el mismo lugar de siempre.
Cuando Carlos me tiró, alcancé a oir sus pasos. Escapó como un cobarde, como si estuviera mirando una película y podría levantarse del cine cuando la violencia sobrepasa la pantalla.
No puedo perdonarlo aunque después haya contado lo que vio. Yo ya estaba muerta para ese entonces.

Comentarios

Entradas populares