Un asesino a punto de ser liberado

  Las sentí una a una. Las conté una a una. Nunca pensé que una discusión podía tener este fin. Nunca terminás de conocer a las personas.

  Llevábamos una larga relación, nos conocimos en la secundaria. Sí, él era celoso, mucho, pero al principio eso me gustaba, al fin y al cabo era mi novio. Con el tiempo, las amenazas eran parte de nuestras peleas.

  “Si me dejás, te mato”, una frase hecha, trillada, a la que nadie presta atención y que hoy me resuena en la cabeza día tras día.

  Jamás imaginé que una negativa mía a un pedido de él iba a sacar ese violento monstruo que vi en medio de un profundo dolor físico que no terminaba nunca. Una puñalada tras otra.

  Intenté defenderme con ambas manos, esquivarlo, escapar, hasta que mis fuerzas se desvanecieron.

  ¿Una puede descansar en paz con un asesino a punto de quedar libre?