Prófugos (De esto no se habla I)


 
Él estaba acorralado, sin embargo, era el jefe. No había matado a nadie, sólo era una cuestión de dinero ajeno, dinero público, y el cumplimiento de favores a inolvidables empresas.

  Desde ese lugar de poder no podía pasar por una situación tal y gracias a sus incondicionales terminó adentro de baúl, saliendo del lugar que administraba segundos antes de que llegara la policía y el juez con la orden de allanamiento y detención.

  Algún que otro periodista siguió el vehículo hasta perderlo de vista y hoy lo cuenta con miedo. Pensaron que ahí terminaba su historia, pero no. Volvió al ruedo como si nada hubiera ocurrido, como si ninguna orden de detención y pedido de captura se hubiera lanzado. Él lo negó, el juez no habló, nadie lo detuvo, la causa desapareció y a veces todos piensan que se trató sólo de una leyenda.

  Así empezó a escribirse el resto de su historia. Él siempre lo niega, pero le pesa. Nada pudo contra él, siguió avanzando llevándose todo y a todos sin mirar atrás, sin reconocer errores, sin autocrítica.

  Siempre fiel a sus colaboradores, ha terminado involucrado en cuanto tema polémico y grave ha escandalizado al país pero con su cintura ha sabido mantenerse prófugo de las acusaciones hasta la actualidad, escondido detrás de un gran baffi.

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