Al costado de la ruta

     La veo arrastrarse pero no puedo hacer nada. Por un momento sentí un fuerte dolor en la cabeza que no me dejaba entender, no recuerdo bien lo que pasó. Ella las vio, vio que están muertas y viene hacia mí.
  
     ¿Cómo le explico? Está muy golpeada y veo en sus ojos que se va a dar por vencida. ¿Cómo hago para gritar que estamos acá, tirados al costado de la ruta? La gente pasa pero no nos ayuda. Siento avionetas, helicópteros ¿por qué no nos pueden ver?

     Tengo que pensar con claridad ahora que ya no me duele la cabeza. El auto está ruedas para arriba pero no me acuerdo qué pasó, lo único que veo diferente es un roce de pintura blanca que antes no estaba.

     Qué feo que es estar muerto, no tener voz, no poder defenderme. Mi mujer aún está viva y yo no puedo creer que digan que abandonó al nene. Ya estoy creyendo que lo mejor que nos pudo pasar fue morirnos porque al final hasta hablan mal de nosotros quienes no nos conocieron nunca.

     Trato de pensar con qué actividad delictiva más me podrían haber relacionado y no se me ocurre, agotaron todas las críticas hacia un padre de familia, que no fue perfecto, pero intentó serlo.

     Las nenas ya están jugando tal y como las muestran en nuestros videos caseros, pero me preocupa mi mujer, que todavía esté ahí, sufriendo, siendo parte de un país que nos busca pero nos defenestra; que nos convierte en monstruos; que nos hace ser algo que no fuimos.

     El dolor de nuestras familias es algo que no puedo soportar, quiero explicarles que estoy bien, pero no puedo. Quiero decirles que sigan, hasta las últimas consecuencias, las investigaciones para saber qué nos pasó, porque yo no recuerdo.

     Por fin me alcanza y se acuesta a mi lado.

Comentarios

Entradas populares